No solo estamos a puntito de entrar en un nuevo año, hace
pocos días el invierno dio el pistoletazo
de salida, hace “un frío que pela”, nuestros bolsillos están congelados y la sonrisa la hemos
guardado bien guardadita porque “el horno no está para bollos”. ¿No es cierto?
¡Pues sí! Pero en tren de confesiones ¿no les apetecería
meterse con patas y todo en la
cocina, darle fuerte y duro a alguna masa con tal de descargar la ira e
indignación y de paso hacer números y comprobar que hemos ahorrado algunos
euros? (que siempre viene bien ¡nunca viene mal!)
Como seguramente estamos de acuerdo, os voy a enseñar a
preparar unas “medialunas camperas con grasa”, que no tienen nada que ver con
los archi famosos croissants. Son ideales para mojar en el café con leche por las mañanas, se conservan
perfectamente dentro de una bolsa de plástico y rinden ¡una barbaridad!.
Una sonrisa ¡por favor!, bolígrafo, folio y a apuntar…
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Ingredientes (para dos
docenas)
. Harina, 4 tazas
.Huevo, 1
.Levadura prensada (150
grs)
.Manteca de cerdo 100
grs
.Sal, 3 cucharadas de
postre
.Azúcar, 1 cucharilla
de café
.Agua tibia, 2 tazas (o
más, para unir)
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Preparación
En un bol, se disuelve la levadura prensada en un poco de
agua tibia (casi caliente, pero no tanto para que se quemen los dedos), se le
agrega una cucharada de harina gorda, un poco de sal (1 cucharilla) y otra
idéntica de azúcar. Se bate bien para que se integren todos los ingredientes, y
se deja reposar tapada con un paño hasta que comience a levar y alcance el
doble de su tamaño.
En un recipiente grande (de loza o vidrio) se coloca el resto
de la harina (haciendo un hueco y en el centro) y agregando los 100 grs de
manteca de cerdo (derretida), el resto de la sal (1 cuchara y media,
aproximadamente), el huevo (1) batido y poquito a poco el agua tibia para unir
(debe resultar una masa elástica que se desprenda de los bordes sin dificultad.
Si es necesario agregar más agua o harina ¡hazlo sin problemas!...no pasa
nada…)
Una vez conseguido “el punto justo” (flexible y que se pueda
estirar de aquí para allá sin que
proteste) hacer “bollitos” de tamaño mediano, espolvorear con harina (tapar
otra vez con un paño o trapo limpio) dejando levar hasta que se “hinche e
hinche” como si fuese un globo.
¿Ya ha pasado más de media hora?. ¡Perfecto!.
Es hora de enharinar una tabla de madera, estirar dándole a
la masa (con el palote) forma de círculo. Cuando lo hayas conseguido, unta con
manteca de cerdo toda la superficie, divide cada uno de ellos en raciones (como
si fuese una pizza) y enrolla comenzando por la parte más larga.
Antes de colocarla sobre una placa (enharinada), llevarla a
horno moderado (180 grados) y cocinarla en la bandeja central (calor abajo),
dobla las puntas de las “medialunas” hacia adentro y pinta con huevo
batido (dejando espacio entre ellas ya
que, calcula, van a levar).
¡No abras la puerta (del horno) hasta pasados 25 minutos!
Porque corres el riesgo que la preparación “se desinfle”, recién entonces,
pincha con un palillo de los que usas para brochette o un mondadientes cada una
de las medialunas para comprobar que el interior está ¡ok!.
Si han quedado un tanto paliduchas,
sube la bandeja y dale 2 minutos de grill para que queden doraditas,
apetitosas y listas para comer ni bien cojan temperatura ambiente.
Te puedo asegurar que si pruebas la primera…no podrás parar
ya que son un auténtico vicio. Mejor dicho: un
pecado terrenal…