viernes, 4 de enero de 2013

EMPANADA "GILU"






Un nuevo año, que aunque termine en 13 – número que no me gusta ¡para nada!- hay que afrontar con toda la esperanza del mundo y una gran ilusión.

Para empezarlo con energía  positiva  nos fuimos a pasar la Nochevieja con “nuestra familia” – no carnal pero sí del alma- a Nigrán…un lugar y una  casa donde el cariño se te cuela hasta los huesos sin pedirte permiso, y a cada momento pide paso  la emoción.

Allí están Gilucha, Pedro y “todo un familión” que disfruta a full no solo de la protección de Gilu – que como una “mamá gallina” ahueca el ala para cobijarte- sino también de su cocina, que fue, es y será ¡una auténtica maravilla!

Y como es un cielo de persona, me regaló esta receta de Empanada gallega “hasta la médula” para el blog, que en honor a… he bautizado con su nombre.

Prometo que se hace en un abrir y cerrar de ojos, es económica hasta decir basta, vuela en cuanto la pones en la mesa y conforma a chicos y grandes por igual.

No más palabras…¡a la cocina ya!!!, que estará lista en menos de lo que imagináis.
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Ingredientes

Masa

2 tazas y media de harina
2 huevos (batidos)
1 sobre de levadura en polvo
1 Cuchara (de las de café) de sal
1 “pellizco” de azúcar
1 cucharada  “ gorda” de aceite de girasol
Agua tibia (la que absorba)

Relleno

Cebollas. 2
Pimiento rojo. 1 lata
Tomates maduros. 2 cortados en láminas finas
Atún. 4 latas
.Huevos duros. 2
Aceite, sal y pimienta a gusto

Preparación

Hay que volcar en un bol las 2 tazas y media de harina. Con un dedo hacer un hueco en el centro y agregar el Royal, la sal, los dos huevos batidos, el aceite y ¡ojo!, de a poquito el agua tibia, removiendo con la mano derecha hasta lograr una masa elástica que se despegue (si es necesario, agregar más harina o un “pelín” de agua).

Hacer dos bollitos del mismo tamaño y colocarlos sobre una mesa de madera, espolvorear con más harina (¡no mucha, sólo para que leve!), y cubrirlos con un paño unos diez minutos.

Encender el horno a 200 grados (en la parte de abajo) para que se vaya templando. Mientras tanto, sofreir la cebolla en una sartén con un poco de aceite, darle un toque de  sal y remover hasta que caramelice (esté transparente).
Retirar del fuego. Agregar los 2 tomates maduros, las 4 latas de atún y los huevos duros (2).

Ahora, a enmantecar y enharinar una bandeja de horno.
Esparcir harina sobre la mesa donde se va a trabajar, coger uno de los bollos y estirarlo del tamaño de la bandeja -si os parece grande, no pasa nada, siempre se puede cortar o ajustar-  y colocar el relleno esparciendo bien para que  cubra por igual toda la superficie.

Tapar con la masa restante cuidando presionar  en el reborde y  cortar lo que sobre. “Repulgarla” como si estuvieses haciendo empanadillas (si te resulta complicado, une las dos masas con los dientes de un tenedor).

Pintar con un pincel mojado en aceite toda la superficie(si prefieres con una yema batida)  hacer un agujerito en el centro para  que escape el vapor que se produce durante la cocción y decorar con las “tirillas” de masa que sobraron haciendo bastoncillos  (esa es una opción).

 Ahora sí, sube la temperatura del horno a 220 grados, coloca la preparación en la bandeja del medio, y no la abras ¡por más que te mueras de curiosidad hasta pasados 25 minutos! (si lo haces, inmeditamente se hunde y estropea)

¿Qué ya pasaron?. Comprueba si está lista pinchándola con un mondadientes (o palillo) y si sale seco la “obra está casi terminada”. 
“Casi” porque si te gusta más doradita  hay que darle tres minutos de calor “por arriba” antes de abrir la puerta,  y esperar a que esté tibia  (los cambios bruscos de temperatura perjudican el resultado final)

Una vez fría, la cortas en cuadrados que vas encimando sobre un plato o bandeja coqueta,  la llevas a la mesa, te das la vuelta ¡y hombre! ¿has visto cómo desapareció?...

Hasta la próxima






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