Paté casero
Super fácil,
económico y delicioso
Dicen que “lo bueno si breve, dos
veces bueno”, por eso la receta de hoy será cortísima, más que fácil, rendidora
y especial para bolsillos knock out.
Si me acompañáis a la cocina os la
enseño en un “pis pas”, prestad atención porque es sencillísima y hasta los que
nunca han tocado una sartén, están destinados a sorprender y triunfar
Ingredientes
.Higadillos de pollo 400 grs
.2 Cebollas medianas
.2 Huevos duros
.Nata para cocinar, un bote
(pequeño)
.Aceite (tres cucharadas)
.Sal, pimienta, ajo en polvo y
perejil (en polvo) a gusto
.2 Cucharadas (gordas) de whisky
(ron o cognac, brandy…)
Preparación
Las buenas recetas generalmente se
pasan de generación en generación, o nos
las recomiendan nuestros conocidos después de haberlas puesto en práctica con
resultados sorprendentes.
En este caso la heredé de mi amigo
Adolfo – un auténtico campeón a la
hora de meterse entre ollas y cacharros, que prepara auténticas maravillas en “el laboratorio”, como llama a su cocina-.
Hála …es
hora de trabajar… que este paté no es complicado y como siempre digo “especial
para torpes”
Cortamos los higadillos en trozos pequeños y las cebollas en rodajas
finas, colocamos el aceite en una sartén y cuando esté caliente los llevamos a
fuego medio espolvoreando con la sal, pimienta, ajo y perejil en polvo. Tapamos
con cuidado porque pueden “estallar” y salpicar y después de
unos tres o cuatro minutos destapamos , removemos con una espátula de madera,
agregamos el ron, whisky o la bebida con
cuerpo que prefieras y fritamos hasta que la cebolla esté transparente y
los “susodichos” requetebién hechos.
Incorporamos – ahora a fuego bajo- los dos huevos duros picados y la nata
líquida (para cocinar), removiendo contínuamente hasta que todos los
ingredientes se integren y el líquido se vaya evaporando (calcula unos diez o
quince minutos, todo depende del tamaño de los higadillos, y quede cremoso)
Dejamos entibiar – la terraza es una buena opción sobre todo en otoño-
echamos la mezcla en el vaso de plástico de una Minipimer, y trituramos de
abajo arriba y de arriba abajo hasta que se hayan molido todos los
ingredientes.
(Si el vaso es pequeño no hay ningún problema: hazlo por tandas y ve
agregando la preparación por cucharadas)
Dispón el paté en moldes
individuales pequeños, medianos o grandes – según la cantidad de comensales –
mete en la nevera hasta que enfríe y ¡listo!.
Solo queda llevarlos a la mesa y
disponer alrededor picos (grisines), galletitas saladas, baguettes cortadas en
rodajas finas, pan de molde o lo que se te ocurra para que los invitados puedan
untar, saborear y disfrutar de tu paté
casero infinitamente más suave y delicioso que cualquiera que hayas
probado hasta ahora.
Antes de despedirme, una
recomendación. Generalmente no queda ni rastro, pero si te sobra vuelve a meter el o los recipientes en la nevera, siempre
cubiertos con un plato o papel de aluminio para evitar que la superficie se
seque y ennegrezca
Si les soy sincera: este paté es un
vicio……ni las abejas se resisten a probarlo (ver foto de la izquierda)