domingo, 9 de febrero de 2014

CODORNICES ( O POLLO) ESCABECHADO


Hay olores, sabores, que te hacen volver la cabeza hacia atrás y regresar, por ejemplo, a la infancia. Un sitio donde prácticamente los problemas no existían (prácticamente, recalco), la cocina era punto de reunión y cada comida una verdadera fiesta.

Me sucede en muchas ocasiones y esta vez no fue una excepción cuando traspasé el umbral de la casa de una amiga – que nos invitó a almorzar- y nos sorprendió con una delicia: unas “Codornices en escabeche” que me gustaron tanto al punto de “fotografiarlas” y copiar la receta para subirla a nuestra sección.

Es verdad que es un plato que no rinde ya que son super pequeñitas y si tienes gente en casa a los que les gusta comer de forma abundante – de esos que mejor comprarles un traje que convidarlos- por eso pregunté si se podía hacer lo mismo con un pollo cortado en trozos. Y como la respuesta fue ¡¡¡sí!!!, lo hice y quedó realmente fantástico.

Así que ahí va la receta
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Ingredientes para 4 personas
.Codornices 6 o un pollo mediano cortado en trozos
.Zanahorias, 3 cortadas en bastones gruesos
.Cebollas 2, cortadas en rodajas gruesas
.Ajo, 6 dientes
.Laurel, 2 hojas
.Pimienta negra en grano, 1 cucharada
.Vino blanco, 2 vasos (medianos)
.Vinagre, 1 vaso pequeño
.Agua, 1 vaso grande
.Aceite, 1 vaso pequeño
.Sal (a gusto)
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Preparación
Limpiar y lavar bien las codornices (o el pollo cortado en trozos), y dorar en aceite, solo para sellar las piezas. Retirar.
En la misma cazuela (yo lo hice en una de barro para no ensuciar la cocina y evitar que salpique a diestro y siniestro), rehogar las cebollas, zanahorias y los dientes de ajo (al final ya que si se fritan demasiado le da un gusto amargo ¡horrible!).

Una vez que estén “medio transparentes”, agregar las codornices o el pollo y cubrir con el vino, vinagre, agua y el resto del aceite. Tiene que quedar todo muy, pero que muy bien tapado. ¿Qué pasa si nos quedamos cortos de líquido? ¡Nada! ¡No pasa nada, porque le agregamos más vino, agua y vinagre en proporción. Por ejemplo: medio vaso de cada uno. ¿Vale?

Ahora: a cocinar (fuego bajo) durante una hora u hora y media (depende del tamaño de las piezas) removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue y echándole ojo para que no se consuma a tope la salsa.
Estará a punto cuando pinchando con la punta de un cuchillo confirmamos que la carne está blandita y lista para reposar.

Apagamos el fuego. Destapamos la cazuela y dejamos entibiar en su propio jugo, acompañando con un arroz blanco bien “al dente” y las verduras con las que lo cocinamos

¡Me olvidaba! Apuesto doble contra sencillo que no sobrará ni un trocito, pero si pasara ¡a la nevera a esperar estómagos hambrientos! porque sin problemas dura hasta unos cuatro o cinco días y solo hay que calentarlo para volver a disfrutar.
¡Hasta la próxima!